Receta fácil de papa al horno: ¡Delicioso plato para disfrutar en casa!
Pocas cosas superan la comodidad de una comida casera, abundante y calentita, y esta receta de patata asada no es una excepción. No sólo es sencilla y fácil de preparar, sino que también es personalizable con tus ingredientes favoritos. Tanto si prefieres las patatas clásicas con mantequilla y cebollino, como si quieres variar con queso, beicon u otra deliciosa cobertura, ¡esta receta te lo pone fácil! Así que prepárate para darte un capricho que hará que se te haga la boca agua, con ingredientes que casi todas las cocinas tienen a mano.
Ingredientes para las patatas asadas
Antes de empezar con la preparación, necesitarás una serie de ingredientes esenciales. En primer lugar, coge unas patatas grandes, preferiblemente patatas russet, ya que son perfectas para asar. También necesitarás aceite de oliva, sal y pimienta para condimentar. Por último, selecciona los ingredientes que prefieras, como mantequilla, cebollino, queso, beicon, crema agria y cualquier otro que te guste.
Cómo hacer patatas asadas
Una vez que hayas reunido los ingredientes, es hora de empezar a cocinar las patatas asadas. Precalienta el horno a 220 ºC.
Frota bien las patatas para limpiarlas y sécalas para quitarles la humedad sobrante. Con un cuchillo afilado, haz varios cortes pequeños en cada patata para que se cocinen bien. Echa un poco de aceite de oliva en cada patata y úntalas con las manos, asegurándote de cubrirlas bien. Sazónalas con sal y pimienta al gusto y envuélvelas en papel de aluminio.
Coloca las patatas en una bandeja para hornear, distribuyéndolas uniformemente. Hornea las patatas hasta que estén tiernas. Los tiempos de cocción pueden variar dependiendo del tamaño de la patata, pero suele ser suficiente una hora. Retira ligeramente el papel de aluminio y pincha las patatas con un tenedor para asegurarte de que están bien cocidas. Si las patatas aún no están hechas, vuélvelas a envolver y cocínalas durante 10-15 minutos más.
Servir y añadir ingredientes
Una vez cocidas las patatas, es hora de servirlas. Saca cuidadosamente las patatas calientes del horno y déjalas reposar unos minutos para que se enfríen antes de manipularlas. Cuando las patatas estén lo bastante frías para manipularlas, córtalas por la mitad a lo largo. Utiliza un tenedor para esponjar el interior de la patata antes de añadir tus ingredientes favoritos.
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Si haces la receta clásica, añade una cucharadita de mantequilla y un poco de cebollino. Si te apetece algo más contundente, añade tu queso rallado favorito y beicon. Y si quieres dar un toque fresco a tus patatas asadas, añade un poco de nata agria y tus hierbas favoritas. Sé creativo y añade cualquier otra cobertura que te guste, ya que este plato es increíblemente personalizable.
¡Disfrútalo!
Ahí lo tienes: una receta clásica de patatas asadas hecha con pocos ingredientes y completamente personalizable según tu gusto personal. Esta receta es perfecta para esos momentos en los que te apetece algo sabroso, reconfortante y fácil de preparar. Sírvelas con una guarnición de ensalada fresca y disfruta de una comida deliciosa y satisfactoria en la comodidad de tu propia casa.