Descubre los mejores cuidados para tu kalanchoe: guía completa
Las Kalanchoes son suculentas magníficas que pueden añadir un brillante toque de color a cualquier jardín. Estas plantas son plantas de interior comunes debido a sus bajos requisitos de mantenimiento y sus hermosas floraciones. Sin embargo, las Kalanchoes requieren algunos cuidados para prosperar. Tanto si eres un jardinero principiante como experimentado, esta completa guía te ayudará a identificar las prácticas más eficaces para mantener sanas tus plantas de Kalanchoe.
Ubicación y temperatura
Las Kalanchoe son originarias de Madagascar y, por tanto, pueden tolerar una exposición muy brillante y directa al sol. Lo mejor que puedes hacer es ofrecerles pleno sol y temperaturas cálidas, entre 18º C y 29º C. Sin embargo, otras pueden mostrar signos de estrés por calor, por lo que una sombra ocasional las mantendrá con el mejor aspecto. En cuanto a la temperatura, debe mantenerse como mínimo a 10º C, por lo que hay que colocarlas en el interior durante la temporada invernal.
Suelo y riego
Las plantas de Kalanchoe se desarrollan en suelos suculentos que se secan más rápidamente que los destinados a las plantas de interior comunes. La mezcla para macetas de fácil drenaje es la mejor opción, porque proporcionará la humedad adecuada a las plantas. En cuanto al riego, los kalanchoes necesitan un riego abundante, pero es muy importante que el suelo se seque por completo entre riego y riego; el exceso de agua podría ser perjudicial. Para alcanzar el equilibrio adecuado, riega las plantas aproximadamente cada 6-12 días, pero recuerda que debes regar con más frecuencia si la temperatura se vuelve muy alta. La frecuencia de riego también dependerá de lo rápido que se seque la mezcla para macetas.
Fertilización
Los Kalanchoes no requieren mucha fertilización; sin embargo, agradecen un abono de liberación lenta cada 6-8 semanas. Suelen bastar los abonos especialmente destinados a las plantas suculentas. Puedes disminuir la cantidad de abono si notas alguna quemadura química en las hojas y aumentar la frecuencia de aplicación si el Kalanchoe parece que crece más despacio de lo habitual.
Luz y aire
La ventilación es importante para las plantas Kalanchoe, por lo que abrir las ventanas con frecuencia o trasladarlas a un nuevo lugar exterior una vez a la semana puede ayudar a proporcionar la cantidad adecuada de aire fresco. También les gusta tener una muy buena circulación de aire y, por lo tanto, moverlas a una zona bien ventilada durante unas horas cada día puede ser de gran ayuda.
Poda y Propagación
La poda de los Kalanchoes no siempre es necesaria, pero puede darle a la planta una forma mejor. Poda las hojas y los tallos muertos y hazlo periódicamente para que la planta tenga siempre el mejor aspecto. Los Kalanchoes se propagan con mucha facilidad mediante esquejes de hojas o tallos. La mayoría de ellos sólo necesitan unas pocas semanas para empezar a enraizar y la nueva planta crecerá relativamente deprisa en comparación con otras suculentas.
Plagas e infecciones
La plaga más común que pueden tener los Kalanchoes es el escarabajo harinoso; sin embargo, se puede controlar fácilmente con una solución de agua y jabón. Las moscas blancas también son frecuentes y se pueden eliminar con un trapo húmedo. En cuanto a las infecciones, la podredumbre de raíz suele ser la más problemática; para evitarla, no riegues en exceso tu Kalanchoe y mantén una aireación adecuada del suelo.
En Conclusión
Proporcionar el cuidado adecuado a las Kalanchoes es bastante sencillo, lo que las hace ideales como plantas de bajo mantenimiento. Sin embargo, necesitan un poco de cuidado para que mantengan su mejor aspecto. En última instancia, sólo necesitan una pequeña investigación y un toque cariñoso. Tener en cuenta el suelo, el riego y la temperatura adecuados, así como podarlas y protegerlas de las plagas y las infecciones, es todo lo que necesitas para tener una planta Kalanchoe que luzca hermosa durante todo el año.