Guía completa de cuidados para la aspidistra: consejos y recomendaciones
Las aspidistras son plantas bien adaptadas a los espacios interiores. Son originarias de China y el norte de la India, y comúnmente se las denomina «plantas de hierro fundido» por su resistencia y dureza. Las aspidistras son una planta de interior popular desde hace más de 200 años, y requieren poca atención, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan una variedad de plantas de bajo mantenimiento.
Cuidados esenciales para las aspidistras: Riego, Iluminación, Abonado
Las aspidistras no necesitan riegos frecuentes. El riego excesivo puede ser perjudicial, por lo que es mejor dejar que el suelo se seque un poco antes de volver a regar. También prefieren la luz filtrada o de bajo nivel, por lo que una ventana orientada al norte es ideal. El sol directo a través de una ventana puede quemar sus hojas, por lo que no deben estar expuestas a la luz solar directa. Sin embargo, toleran muy bien los niveles de luz más bajos.
La aspidistra no es una planta de crecimiento agresivo, por lo que no necesita mucho abono para mantenerse sana. Una ligera aplicación de un abono multiusos cada 2-3 meses es suficiente para mantenerla feliz. Tenga en cuenta que un abonado excesivo puede hacer que se vuelvan marrones las puntas de las hojas de la planta.
Plantación y cambio de maceta de la Aspidistra
Las Aspidistra crecen bastante lentamente y no es necesario cambiarlas de maceta con frecuencia. Pueden durar muchos años en la misma maceta, pero cuando las raíces empiecen a ocupar todo el espacio interior de la maceta, será hora de trasplantarlas. Es mejor trasplantarlas en primavera o verano para que las raíces se recuperen del shock de la transplantación. Siga estos pasos para el trasplante:
Extraer de la maceta: En primer lugar, gire suavemente la maceta del revés y deslice la aspidistra hacia afuera.
Aflojar las raíces: Si las raíces han empezado a enrollarse alrededor del fondo de la maceta, desentrelácelas suavemente.
Elegir una maceta nueva: Elija una maceta cuyo diámetro sea 7,5 cm. mayor que la anterior.
Añadir tierra: Llene el fondo de la maceta con tierra suficiente para que las raíces de la planta queden a la altura correcta cuando se coloquen en la maceta nueva.
Colocar la planta: Coloque la aspidistra en la maceta nueva y rellénela con más tierra.
Regar: Riegue bien la planta y déjela escurrir.
Prevenir y tratar los problemas comunes de la Aspidistra
Las Aspidistras suelen ser resistentes a plagas y enfermedades, pero pueden seguir teniendo sus propios problemas. Plagas como la cochinilla, la harina de avena, los pulgones y los ácaros pueden infestar la aspidistra. En este caso, una suave pulverización de jabón insecticida suele bastar para solucionar el problema.
Consejos para prevenir la aparición de manchas marrones: Si las puntas de las hojas de la aspidistra empiezan a ponerse marrones, es un indicio de que el aire que rodea a la planta está demasiado seco. En este caso, es mejor pulverizar la planta con regularidad para aumentar la humedad.
Las hojas se tornan amarillas: Si las hojas empiezan a tornarse amarillas, podría ser señal de que se riega en exceso la aspidistra. En este caso, es mejor abstenerse de regarla durante un tiempo.
Cuidado de las Aspidistra al aire libre
Las Aspidistra también pueden cultivarse al aire libre, aunque prefieren una ubicación sombreada. Deben plantarse en un suelo bien drenado y con abundante materia orgánica. Al plantarlas por primera vez al aire libre, es conveniente dejarlas a la sombra durante unos días para que se establezcan. El riego regular es esencial, pero sólo necesitan abonarse una vez al año, en primavera.
Consejos para cultivar con éxito las Aspidistras
En general, las Aspidistras son plantas de interior fáciles de cultivar. Siga estos consejos para mantenerlas sanas y vigorosas:
Temperatura moderada: Las Aspidistras prefieren temperaturas entre 15 y 24 grados centígrados.
Olores suaves: Limpiar las hojas con un paño húmedo para mantenerlas limpias y evitar que el polvo bloquee la luz solar.
Resistencia: Las aspidistras son muy resistentes y pueden soportar el descuido. Sin embargo, se verán mejor si se les presta un poco de atención.
Ahora que conoces los entresijos del cuidado de una aspidistra, puedes disfrutar de esta hermosa y resistente planta en tu casa o jardín. Con los cuidados adecuados, tu aspidistra te proporcionará años de disfrute.